Mas pide a los empresarios que apoyen el Estado catalán
Artur Mas necesita compañeros de viaje en el camino hacia la independencia y, en especial, necesita voces de empresarios a su favor, puesto que las incertidumbres económicas que genera este proceso son uno de sus mayores inconvenientes. El candidato de CiU ya pidió a los empresarios en un reciente almuerzo que no pusieran trabas –«no hay que significarse demasiado, simplemente hay que no ir en contra»– y, ayer, dio un paso más, reclamando un apoyo explícito a todos aquellos que son partidarios del Estado catalán. «No hay que tener miedo», dijo en un acto auspiciado por la Cámara de Comercio de Barcelona, una organización tradicionalmente afín a la Generalitat.
Mas se refirió a las críticas que suscitó en su día su llamada al empresariado a no poner impedimentos, pero negó que su intención fuera amordazarlos. «Yo entiendo que no se pronuncien los que se pueden sentir más incómodos. No se trata de ponerle la pistola en el pecho a nadie, eso ya lo hacen otros, que ejercen unas presiones brutales. Nosotros sólo decimos a los que no se sientan incómodos que lo digan, porque no pasa nada», afirmó el líder nacionalista, antes de asegurar que sí que siente al empresariado «a su lado».
A continuación, el líder nacionalista insistió en que el proceso soberanista es la mejor solución para Cataluña porque, por una parte, reportaría al Estado catalán un saldo neto anual de al menos 10.000 millones y, por otra parte, porque no ve alternativas.
«Deberían estar cayendo del cielo un montón de ofertas para intentar ser atractivos, pero lo único que vemos son palos, patadas y golpes», comentó. Mas desdeñó la propuesta federalista porque no cree que haya una verdadera convicción en el conjunto de España, aunque se abrió a que la consulta que planea pueda incluir más opciones al margen de la del estado propio para Cataluña. «Si hubiera ofertas muy atractivas, lo que sería lógico es que se sometieran a votación», afirmó.
En todo caso, Mas se esforzó por hacer prácticamente idílico el proyecto de la Cataluña independiente, ya que, según el candidato de CiU, se convertiría en una potencia de primer orden en términos de prosperidad. «Seríamos los séptimos en un ránking de la UE de PIB per cápita. Estaríamos de la mitad hacia delante en el ránking de ecomonías abiertas. Tendríamos una economía tan diversificada como las otras que son buenas en este sentido. Y contaríamos con una capital como Barcelona, que tiene una enorme fuerza en el mapa europeo», describió.
Al contraataque de FAES
Finalmente, el líder convergente se dedicó a combatir el reciente informe presentado por FAES, que desacreditó la teoría del «expolio fiscal», difundida enérgicamente por los nacionalistas. «Estas organizaciones vinculadas a partidos políticos que dicen que es mentira y que nos lo inventamos hacen trampas al solitario, falsean la realidad», acusó. Y protestó porque Cataluña es la última comunidad en dotación de inversión para infraestructuras y porque arrastra un déficit fiscal anual del 8 por ciento, algo que consideró «sin precedentes» a pesar de que FAES ha hallado varios casos análogos como el del estado de Nueva York dentro de Estados Unidos.
Tampoco aceptó de buen grado las advertencias que se realizan sobre la inevitable expulsión de la UE del estado catalán, a pesar de que los tratados del club europeo no dejan lugar a dudas. «Cuando no hay argumentos se utiliza la descalificación y el miedo», afirmó. No obstante, el propio Mas ha admitido que la UE no contempla la ampliación interna.
Mas se refirió a las críticas que suscitó en su día su llamada al empresariado a no poner impedimentos, pero negó que su intención fuera amordazarlos. «Yo entiendo que no se pronuncien los que se pueden sentir más incómodos. No se trata de ponerle la pistola en el pecho a nadie, eso ya lo hacen otros, que ejercen unas presiones brutales. Nosotros sólo decimos a los que no se sientan incómodos que lo digan, porque no pasa nada», afirmó el líder nacionalista, antes de asegurar que sí que siente al empresariado «a su lado».
A continuación, el líder nacionalista insistió en que el proceso soberanista es la mejor solución para Cataluña porque, por una parte, reportaría al Estado catalán un saldo neto anual de al menos 10.000 millones y, por otra parte, porque no ve alternativas.
«Deberían estar cayendo del cielo un montón de ofertas para intentar ser atractivos, pero lo único que vemos son palos, patadas y golpes», comentó. Mas desdeñó la propuesta federalista porque no cree que haya una verdadera convicción en el conjunto de España, aunque se abrió a que la consulta que planea pueda incluir más opciones al margen de la del estado propio para Cataluña. «Si hubiera ofertas muy atractivas, lo que sería lógico es que se sometieran a votación», afirmó.
En todo caso, Mas se esforzó por hacer prácticamente idílico el proyecto de la Cataluña independiente, ya que, según el candidato de CiU, se convertiría en una potencia de primer orden en términos de prosperidad. «Seríamos los séptimos en un ránking de la UE de PIB per cápita. Estaríamos de la mitad hacia delante en el ránking de ecomonías abiertas. Tendríamos una economía tan diversificada como las otras que son buenas en este sentido. Y contaríamos con una capital como Barcelona, que tiene una enorme fuerza en el mapa europeo», describió.
Al contraataque de FAES
Finalmente, el líder convergente se dedicó a combatir el reciente informe presentado por FAES, que desacreditó la teoría del «expolio fiscal», difundida enérgicamente por los nacionalistas. «Estas organizaciones vinculadas a partidos políticos que dicen que es mentira y que nos lo inventamos hacen trampas al solitario, falsean la realidad», acusó. Y protestó porque Cataluña es la última comunidad en dotación de inversión para infraestructuras y porque arrastra un déficit fiscal anual del 8 por ciento, algo que consideró «sin precedentes» a pesar de que FAES ha hallado varios casos análogos como el del estado de Nueva York dentro de Estados Unidos.
Tampoco aceptó de buen grado las advertencias que se realizan sobre la inevitable expulsión de la UE del estado catalán, a pesar de que los tratados del club europeo no dejan lugar a dudas. «Cuando no hay argumentos se utiliza la descalificación y el miedo», afirmó. No obstante, el propio Mas ha admitido que la UE no contempla la ampliación interna.
0Fuenteswww.larazon.e
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