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Mostrando entradas de octubre, 2013

Seis hijos de 'españoles' que emigraron a Cataluña alardean de independentistas

Es lo que tienen los complejos, terreno en el el PSC es un especialista. Se ha dado en el País  Vasco, donde un sector de la segunda generación de emigrantes llegados de Palencia, Murcia, Orense o cualquier otro lugar de España a la búsqueda de mejores condiciones económicas, han terminado haciéndose furibundos abertzales y se da -como no- en Cataluña. Media docena  hijos  y nietos de personas que llegaron a Cataluña de otras partes de España han firmado un artículo conjunto publicado en  El Periódico de Catalunya , en el que apuestan por la " ruptura ". Conviene reseñar, como ejemplo de esta actitiud, la que colectivamente tiene el rotativo del  Grupo  Zeta, antaño cercano al PSOE y ahora entregado con armas y bagajes al independentismo. Seis militantes del PSC , ICV , ERC , CDC y la CUP aseguran -en catalán para que no quede duda de cómo respiran- que participaron en la ' cadena ' y que al igual que hicieron sus familiares  ya hace unos años para encontrar un

Ferraz admite que la posición de Navarro ahonda el desencuentr

siempre, en el PSOE hay opiniones  para todos  los gustos y colores. Aunque de forma oficial, la dirección federal no ha valorado el acuerdo del PSC con CiU y ERC para aprobar una resolución a favor del derecho a decidir, en la calle Ferraz no comparten la decisión de los socialistas catalanes. Rubalcaba y su Ejecutiva no están a favor de la consulta y mucho menos del derecho a decidir que, en palabras que ha pronunciado el secretario general en varias ocasiones, no es más que el derecho a la autodeterminación. Son consicentes además de que el acuerdo del PSC con nacionalistas e independentistas les abre otra vía de agua en su discurso político, más después de que los socialistas catalanes asumieran la llamada declaración de Granada, un texto que pone negro sobre blanco la propuesta territorial del PSOE que pasa por una reforma federal de la Constitución. Ahora bien, más allá de este desacuerdo público, Ferraz no tiene intención de plantar cara a los de Pere Navarro. ¿Motivo? Hay que

La ‘tercera vía’, una última oportunidad entre Catalunya y España

La tercera vía siempre ha estado ahí. Bajo diferentes nombres. Federalismo, Estado confederal, Estado libre asociado… incluso el pacto fiscal era eso, un camino de en medio en la relación entre Catalunya y España. Pero nunca como ahora había ocupado el centro del debate. Desde el 11 de septiembre del 2012, el único dilema era independencia o status quo. Que, aplicado a la consulta, era votar ‘si’ o ‘no’, y punto. La reclamación del ‘derecho a decidir’ era eso, elegir si Catalunya quería ser, o no, un ‘nuevo estado de Europa’. Esta era, y es, la legítima estrategia del soberanismo porque más de dos opciones restan fuerza a las aspiraciones independentistas. En frente, el españolismo centraba los esfuerzos en evitar la consulta porque sabía, y sabe, que la opción de la independencia tenía  todas las  de ganar en las urnas.     Mientras, el PSC clamaba por el federalismo en el desierto. Un federalismo difuso, sin concretar, que nunca logró calar en la opinión pública. Hasta que el líde

No odiamos a España

Estos días, a raíz de unas declaraciones de Oriol Junqueras sobre la futura relación de Cataluña con España, se han desatado una  serie  de opiniones sobre un supuesto odio de los catalanes hacia España. Los opinadores mediáticos madrileños necesitan asideros y cuando los intuyen, se agarran a ellos y no los sueltan hasta que no encuentra algo nuevo. Ya puedes gritar, que no sirve de nada porque todo se lo hacen entre ellos y no escuchan, pero volvamos a repetirlo:  la inmensa mayoría de los catalanes no odia a España . El odio es un sentimiento, una pasión, que puede conducir a disparates. Y es posible que algún catalán lo sienta, del mismo modo que es posible que un español lo sienta también por Cataluña. ¿Alguien percibió odio contra España por parte de los cientos de miles de participantes en la  Via Catalana? Incluso la quema de banderas españolas y de retratos  del rey  de España, a parte de ser un acto cuantitativamente marginal, no pasa de ser una protesta política. El odio