Incógnitas catalanas

DOS incógnitas se ciernen sobre los últimos días de la campaña electoral catalana y sobre el escenario político que va a surgir de ellas: ¿cómo va a influir en el voto la filtración de un informe policial sobre la presunta corrupción de los gobernantes nacionalistas? ¿Qué hará Artur Mas si no consigue la mayoría absoluta que anhela y para conseguir la cual convocó elecciones muy anticipadas? 

Como hubiera dicho Jack el Destripador, vamos por partes. El informe policial, que no es informe oficial sino borrador y que no ha sido solicitado por el juez del caso Palau, reúne indicios documentales de que esta trama recibía cuantiosas comisiones de una constructora beneficiaria de adjudicaciones de obras de la Generalitat y que parte de ese dinero ha ido al partido dominante, Convergencia Democrática de Cataluña, y parte a las familias de sus dos presidentes, Jordi Pujol y Artur Mas. 

Pujol, Mas y algún otro prócer del gobierno catalán han presentado o anunciado querellas por injurias y calumnias contra el periódico que ha dado cuenta de este informe. Están en su derecho y van por el camino correcto: que la Justicia determine la veracidad o falsedad de las imputaciones de corrupción que se le hacen a los nacionalistas de Cataluña, una constante durante más de un cuarto de siglo de autonomía, que ha producido alternativamente condenas y exculpaciones, según los casos. Por el contrario, yerran y manipulan al envolverse en la bandera de Cataluña, como tantas otras veces, presentando como una brutal agresión a la nación catalana lo que es un ataque, ya veremos si justificado o no, a las familias Pujol y Mas ahora que se han puesto soberanistas. 

Y ahí viene la duda. A cinco días del 25-N no da tiempo a establecer la verdad, de modo que los electores del domingo quedan emplazados a apostar: o creen a los líderes de la Generalitat y les premian en las urnas como víctimas de una operación de las cloacas del Estado (español) contra la autodeterminación de Cataluña, o transforman las veteranas sospechas (Banca Catalana, caso Casinos, caso Pallerols, caso Palau, caso ITV, el famoso 3% de Maragall...) en piezas de convicción de que el nacionalismo se ha aprovechado de la peor manera posible -como partido y como grupo de individuos con poder- de su larga hegemonía y de que el Mesías llamado a liberar al pueblo de Cataluña de la servidumbre y el expolio se ha estado llenando las alforjas de monedas mientras convencía a los oprimidos de que le siguieran en pos del paraíso terrenal. 

Se acaba la columna sin haber podido hablar de la segunda incógnita, la de Mas con o sin mayoría absoluta. Se intentará mañana, salvo causa de fuerza mayor.

FUENTES  http://www.diariodesevilla.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

Centenares de militantes dejan el PSC por el derecho a decidir