¿Cataluña o Catalunya?


La Díada, fiesta de Cataluña celebrada cada 11 de septiembre en el aniversario de la caída de Barcelona en manos borbónicas, marcó, este año, un punto de inflexión en la España de las comunidades. El presidente de Cataluña, Artur Mas, venía de la Moncloa con la negativa al pacto fiscal propuesto para salir de la asfixia económica que padece su comunidad como consecuencia de la crisis y de la aplicación calcada de los recortes del Gobierno central, que están creando una mayor recesión y profundización de la misma.
Llegó a Barcelona dispuesto a dar batalla, por lo tanto, lanzó el órdago independentista, aunque su reivindicación era puramente económica, mientras que para los que se movilizaron desde hacía tiempo, los convocantes, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), se trataba de ir más allá, de que “Cataluña (sea) un nuevo estado para Europa”, con otras propuestas que trascendían lo económico.
Hartos de la catalanofobia y la agresividad que caracteriza a los gobiernos españoles de derecha y a sus aliados circunstanciales de otros partidos, los ciudadanos salieron a la calle y sumaron más de un millón de personas (según datos de los Mossos d’Escuadra), marcando un antes y un después con consecuencias inesperadas para el catalanismo. Aupado por la masiva respuesta, que consideró suya, Mas adelantó las elecciones con el único fin de que éstas fueran una especie de referéndum a una propuesta soberanista, para lo cual pedía una mayoría absoluta a los votantes, como condición sine qua non para alcanzarlo.
Convendría revisar de qué polvos vienen estos lodos. El pueblo de Cataluña siempre se ha considerado a sí mismo una “nación” (las cortes de Cataluña existieron ya en el año 1214), pero a partir de la derrota sufrida en la Guerra de Sucesión (1714) se le negó el reconocimiento oficial de nación que hasta entonces había gozado, negación que tuvo expresiones extremas con el franquismo en el que hasta el idioma estaba prohibido, relegándose su uso a la esfera familiar.
La derecha española, con su concepto nacionalista centralizado en España siempre ha visto a los catalanes como una excepción a eliminar, ya sea por la vía cultural (hay que españolizar la enseñanza, en palabras del ministro de Educación Wert) o incluso, últimamente, se ha hablado de una intervención militar en caso de una convocatoria de referéndum, lo cual ha traído a la memoria conflictos parecidos que acabaron en cruentas guerras. Inaceptable para la mayoría de la población española.
Las razones que motivaron la movilización catalana son variadas. Entre las económicas denuncian que el 40 por ciento de los impuestos no retornan a Cataluña, que hay un déficit fiscal de más de 16.000 millones de euros al año, que se traducen en una deuda acumulada de 42.000 millones que lleva a que Cataluña sea la comunidad más endeudada de España. La solidaridad que se le exige con las comunidades más atrasadas del país es del 8 por ciento de su PIB, mientras que en Alemania es del 4 por ciento, en EEUU: 2,5 por ciento y en Canadá: 2 por ciento.
Es decir, plantean que si Cataluña se escindiera de España, esos recursos irían a engrosar su presupuesto. En relación a la infraestructura, reclaman que hay una excesiva centralización de las inversiones estatales en Madrid, por ejemplo, en el aeropuerto de Barajas y en las vías ferroviarias que conducen al centro, mientras se escatiman inversiones más útiles y rentables como la línea Barcelona-Valencia, el corredor de mercancías del Mediterráneo, y el puerto de Barcelona, a la vez que se priorizan los trenes de alta velocidad (AVE) que sólo sirven para pasajeros y de altos ingresos.
Desde el punto de vista social, apuntan que el “expolio fiscal” al que se ven sometidos redunda directamente en el empobrecimiento de Cataluña, con la consecuencia de que las clases más desfavorecidas son las más afectadas, puesto que los fondos para educación, becas, salud, pensiones y fomento al empleo son más reducidos. Que las razones culturales y de lengua son muy importantes y, finalmente, las razones éticas porque el modelo de Estado español está basado en una identidad única, centralista y uniformada.
Con el retorno de la democracia, se creó un traje artificial para intentar encajar dos naciones, Cataluña y Euskadi, al Estado español, con el estado de las autonomías. Las instituciones se multiplicaron por 17 y se crearon autonomías donde nadie las pedía, que es el caso, por ejemplo, de Madrid. Un problema cerrado en falso es obvio que tiende a volver a manifestarse y por ello vuelve a sonar el soberanismo, que sería legitimado en unas elecciones anticipadas.
Una mayoría absoluta para CIU sería la señal indeleble de que la ciudadanía se manifestaba a favor de un estado independiente con un modelo económico neoliberal. Probablemente, los catalanes tienen muchos defectos, como cualquiera, pero ser ingenuos parece que no es uno de ellos. Y sí, votaron soberanía, pero no a favor del modelo económico que enarbola Artur Mas. Éste fue el ganador de las elecciones, pero el haber cedido 12 diputados lo convierte también en el gran perdedor, y al parlamento, en un conjunto variopinto donde todas las asociaciones son espurias.
El aliado natural de CIU, por su carácter neoliberal, debería ser el PP, pero como durante la campaña hubo gravísimas acusaciones contra Mas, es la unión más improbable. La alianza más factible —y deseada— sería con Esquerra Republicana de Catalunya, pero ésta se ha opuesto con fiereza a la política económica de CIU, al igual que el tercero en lidia, el partido socialista. Por lo tanto, se augura que las negociaciones en curso tenderán a dar resultados muy sorprendentes.
La amplia mayoría obtenida por los nacionalistas da una medida de que estas elecciones sólo han postergado un destino que parece ser compartido por la inmensa mayoría de la población. Hay que hacerse a la idea de la inevitabilidad de que en el futuro Cataluña se convierta en Catalunya, si es que antes no encalla en las arenas del nacionalismo español, que suelen ser profundas y engañosas.
La autora es escritora FUENTES https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4767169521910415435#editor/target=post;postID=4588274135646647149

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