El Gobierno avisa a Mas de que si convoca la consulta será «un golpe de Estado jurídico»


El candidato de CiU, Artur Mas, y el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se cruzaron ayer acusaciones de golpe de Estado, en un intercambio de reproches a propósito de la intención del primero de convocar una consulta soberanista tras el 25-N. En una intervención en castellano durante un encuentro con los principales empresarios, el presidente de la Generalitat llegó a aludir a España como «nuestro país» y no dio por segura la independencia de Cataluña.
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, entró en la campaña para advertir ante unos quinientos empresarios en Barcelona que «las tensiones territoriales» ahuyentan las inversiones extranjeras y lamentó que en España «falta mucha lealtad institucional».
«Esto no significa retroceder en el Estado autonómico, sino sencillamente ordenarlo mejor a través de sistemas de coordinación y de lealtad institucional, que falta mucho en nuestra España», dijo en el Congreso de la Empresa Familiar en alusión al cruce de acusaciones de golpe de Estado entre el ministro García-Margallo y Artur Mas en torno a un hipotético referéndum soberanista.
Margallo aseguró que el Tribunal Constitucional suspendería la convocatoria de un referéndum de autodeterminación por parte de la Generalitat. Si se lleva a cabo, sería «claramente ilegal, un golpe de Estado en términos jurídicos», remachó. Con la Constitución en la mano, es «absolutamente imposible» hacer esa consulta, porque «no hay derecho de autodeterminación ni de secesión de una parte del territorio».
El titular de Exteriores consideró «absolutamente disparatado e increíble» que el Príncipe de Asturias llegara a apoyar la secesión de Cataluña, en referencia a las palabras de Oriol Pujol, «número dos» de Convergencia, quien el domingo indicó que el problema de Cataluña a la hora de dialogar con España es que delante no tiene al Príncipe, sino al Rey, «que ya ha tomado parte».
Artur Mas defendió ante los grandes empresarios desdramatizar las consecuencias de la independencia y se ofreció a explicar al Rey y al Príncipe la vía soberanista. «Me sorprende por parte de un ministro de Exteriores la extravagancia de sus valoraciones, pero, usando el mismo lenguaje, le diría que sería un golpe de Estado democrático que un pueblo que quiere ser consultado no pueda ser consultado», le replicó a Margallo.
En el Congreso de la Empresa Familiar, a la que pertenecen Mercadona y Mango, y ante grandes empresarios como José Manuel Entrecanales (Acciona), Mas intervino en castellano para referirse a España como «nuestro país», evitó hablar de independencia y reconoció que «no se sabe si habrá más Estados en el futuro en la UE». Anoche, en un mitin en Figueras, el candidato de CiU abandonó la moderación y dijo que prefiere «ganar las cosas en las urnas que en los tribunales» y preguntó si las autoridades españolas respetarán la «voluntad popular» «cuando el pueblo catalán tome la palabra».
En Tarragona Rubalcaba afirmó que los socialistas no permitirán «que CiU y PP se líen a banderazos para ocultar sus recortes en las políticas sociales». El candidato del PSC, Pere Navarro, tachó de «no muy adecuadas» las declaraciones del portavoz del PSOE, Marcelino Iglesias, quien dijo que «cuando han ganado en Europa los hipernacionalismos ha habido muchos desastres en este continente y más de cien millones de muertos».
FUENTES  http://www.lne.es

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