El president Artur Mas ha marcado un gol al Estado con la solemne convocatoria, con visos de legalidad, de la Consulta de autodeterminación de Catalunya. Después, el árbitro constitucional podrá anularlo -como todo hace prever-, pero ya nadie podrá borrar su primer impacto psicológico y político en la sociedad catalana y española. Artur Mas, presidente de Cataluña Pocas horas antes de que el presidente catalán, en su decidido, hábil y temerario desafío al Estado, firmara la convocatoria de la famosa Consulta, su ‘padre político’, Jordi Pujol ha tenido que sufrir un calvario de acusaciones, en forma de preguntas, de todos los grupos parlamentarios catalanes, incluido el del partido que fundó y llevó al poder durante veintitrés años. La unidad no es tan compacta, como se quiere presentar. Le tenían ganas, los líderes políticos que intervinieron, al expresidentes Pujol en su comparecencia en el Parlament. La sesión, que comenzó con una especie de historieta familiar de estar por