Política comparada a gusto del consumidor


No puedo por menos que coincidir con la conclusión de Los términos del desafío soberanista (EL PAÍS, 15 de enero): “En su vertiente política, la respuesta al desafío soberanista de Mas debe ser una respuesta política”. Me sucede con todas las tautologías. Otra cosa es que la conclusión se siga no trivialmente del resto del artículo, sobre el que quisiera hacer algunas consideraciones.
Uno. Un asunto menor es mi “lectura sesgada” de Buchanan. En uno de sus trabajos resume su tesis: “El derecho a la secesión se considera como un ‘último recurso’ para reparar graves injusticias, no como un derecho de ciertos tipos de grupo (las ‘naciones’, los ‘pueblos’, etcétera, en tanto que tales)”. Me cuesta ver la diferencia con mi afirmación de que “el ‘derecho’ a la separación es, si acaso, derivado, respuesta a una violación sistemática de derechos básicos”.
Dos. Branchadell apela a una “redistribución discriminatoria”, que se daría en Cataluña. Sus avales no abruman. Uno es Juan Linz, hablando de los años sesenta, y otro Guillem Graell, de 1902. Con pocos datos, si los tenían. Hoy son mejores. Por ejemplo, el informe de Expansión (y otro parecido del BBVA) muestra que Cataluña es, con Andalucía, la autonomía que más infraestructuras ha conseguido del Estado en la última década. Quizá todo se entiende cuando Branchadell precisa que “hay que atender no solo a los datos sino también a la manera (sic) como son percibidos actualmente”. Acabáramos, se trata de la propaganda.
Tres. Finalmente, acude a la definitiva ciencia de la “política comparada” en una esforzada casuística que no estremece estadísticamente, aunque sí en los resultados, dramáticos en muchos casos. Como mi afán de cooperar no tiene límites, le proporciono otros datos. Solo conozco dos países que contemplen constitucionalmente la posibilidad de secesión: San Cristóbal y Nevis, dos islas antillanas que comparten Estado, y Etiopía. Clavaditos a nosotros.
Cuatro. Por lo demás, la casuística resulta irrelevante para la fundamentación de la secesión. De otro modo deberíamos concluir que la humanidad debe resolver sus problemas a tortas, puesto que no ha hecho otra cosa en su historia. Simple política comparada.
Cinco. Quedan para mejor ocasión sus apreciaciones ad hominen. Lo divertido siempre se hace esperar.— Félix Ovejero.
fuentes http://elpais.com/elpais

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