Apología fascista en directo
JOSE RICO
BARCELONA
BARCELONA
¿Se imaginan que una cadena de televisión alemana diese voz al presidente de un partido que se vanagloriase del régimen nazi y negase el Holocausto? Tal cosa sería imposible que sucediera porque, para empezar, una fuerza política con esa doctrina no podría ser legal. En España, las organizaciones de la ultraderecha que reventaron el acto de la Diada en Madrid no solo pueden presentarse a las elecciones, sino que aún hallan algún que otro altavoz mediático para dar su versión de los hechos.
Pedro Pablo Peña, fundador de Alianza Nacional, en Intereconomía.
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Información publicada en lapágina 20 de la sección dePolítica de la edición impresa del día 20 de septiembre de 2013VER ARCHIVO (.PDF)
Fue el pasado lunes, en el programa estrella de Intereconomía, El gato al agua, donde se pudo escuchar lo siguiente: «En la librería no hubo muertos. ETA, con el apoyo del PNV, dejó más de 800». Este fue uno de los exabruptos que durante casi media hora, y en prime time, lanzó el pasado lunes Pedro Pablo Peña, abogado de algunos de los detenidos y fundador de Alianza Nacional, uno de los partidos cuya bandera ondearon los radicales en la Blanquerna. El letrado aprovechó la invitación de la cadena conservadora para negar todo aquello que puede verse en las imágenes del asalto con total nitidez.
Primero, que no hubo tal asalto, sino una «entrada perfecta en un local» para evitar que se produjese un acto «antijurídico e ilegítimo», en alusión a la celebración de la Diada, cuyo «giro separatista» representa una «burla» a un Estado que «necesita recuperar aliento viril». Segundo, que los ultras no agredieron, sino que fueron los agredidos, por parte del diputado de CiU Josep Sánchez Llibre y el delegado de la Generalitat en Madrid, Josep Maria Bosch. Y advirtió de que puede haber nuevas acciones de este tipo porque «a cada golpe hay que responder con un golpe para defender la nación a sangre y fuego, como hicieron los unionistas irlandeses».
Condenado en el 2000
Peña, condenado a prisión en el 2000 por tenencia de sustancias explosivas, tuvo tiempo de explicar los tres lemas de su partido, «Nación, raza y socialismo», y se encaró a voz en grito ante las fuertes críticas de unos contertulios aterrados por semejantes tesis. Ante el resultado del experimento, el presentador del programa matizó al final de la entrevista que Intereconomía «no es partidaria de la violencia», pero «otras personas defienden sus ideas como consideran oportuno».
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