El pacto que se cerró en tres horas

Con la discreción que merecen los pactos a varias bandas, los partidos catalanes del bloque soberanista se reunieron a las 11 horas de ayer en el Palau de la Generalitat. No era una reunión negociadora, sino el trámite final para cerrar y visualizar ante la opinión pública un acuerdo que se llevaba fraguando desde hacía semanas. Cuando se produjo lafumata blanca hubo foto de familia, pero el pacto no se comunicó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El doble enunciado de la pregunta llegó muy embastado al encuentro de ayer y solo faltaba coser la pregunta árbol en una mesa de consenso, como así sucedió. Todas las fuentes que han participado en la negociación coinciden en que Artur Mas ha sido quien ha liderado las reuniones y quien ha ido proponiendo los enunciados de la pregunta hasta cerrar el pacto.
Esquerra rechazó una propuesta que no incluía “Estado independiente”
El primer paso lo dio el pasado martes, cuando se reunió con Josep Antoni Duran Lleida, el líder de Unió y pactaron la doble pregunta. Horas después se la traslado a Oriol Junqueras, el presidente de Esquerra Republicana, pero este rechazó la propuesta porque en la segunda pregunta no figuraba la expresión “Estado independiente”. La negociación con ERC no se cerró hasta el miércoles y fue entonces cuando el presidente de la Generalitat habló con Joan Herrera. Los dos compartían la idea de una pregunta árbol y el coordinador de Iniciativa per Catalunya-Verds dio su aval porque la primera parte satisface a federalistas e independentistas, las dos almas que cohabitan en esa formación.
Solo quedaba la CUP. La tarde del miércoles, el diputado David Fernández, se reunió durante una hora con Mas y mostró sus reticencias porque esta formación siempre ha reclamado una pregunta binaria que preguntara por la independencia. Con todo, finalmente cedió para no romper el pacto.
La pregunta árbol está inspirada en el referéndum de 2012 de Puerto Rico
Josep Antoni Duran Lleida no aparece en la foto de ayer en el Palau de la Generalitat pero ha estado informado al detalle de las negociaciones. El líder de Unió ha mostrado en todo este proceso la necesidad de incorporar al PSC, pero eso quedó descartada el 17 de noviembre, cuando el consejo nacional de los socialistas decidió descolgarse del derecho a decidir.
A partir de entonces se allanó el camino para el acuerdo con una pregunta árbol inspirada en la consulta independentista celebrada en Puerto Rico en 2012 y en la que ganó el no. En aquel referéndum se planteó una primera pregunta en la que se preguntó a los electores si estaban de acuerdo sobre el status quo del que disfrutaba el país. La segunda pregunta planteaba a los puertorriqueños si preferían la independencia, la integración a los Estados Unidos o la libre asociación. La doble pregunta de la consulta catalana también tiene similitud con un borrador que se manejó en el proceso negociador en el caso escocés, aunque finalmente se descartó.
Sobre la fecha de la consulta apenas hubo discusión en la reunión de ayer. Los partidos preferían el 14 de septiembre de 2014, pero pronto se demostró que era inviable porque en caso de que finalmente se celebre el referéndum, la campaña electoral coincidiría con el mes de agosto. Descartada esa fecha se propuso el domingo 2 de noviembre de 2014, que la vicepresidenta de la Generalitat y consejera de Relaciones Institucionales, Joana Ortega, consideraba como el primer día de los posibles a la vuelta del verano para que e Gobierno catalán pueda cumplir, sin el permiso del Estado, con los trámites que acarrean la organización y celebración de una campaña electoral y toda su infraestructura. El 2 de noviembre coincide con el puente de Todos los Santos y los partidos decidieron entonces apostar por el 9 de noviembre.

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