El avance electoral gana peso en CDC tras el nuevo fiasco para investir a Mas

  • Junts pel Sí no hará más ofertas en espera de la decisión definitiva de la CUP | JxS comunica a la izquierda anticapitalista que su posición es inamovible

El escenario de unas nuevas elecciones para superar el bloqueo de la legislatura en Catalunya ha estado desde el primer momento sobre la mesa, pero después del fiasco con que se saldó la asamblea nacional de laCUP del domingo ha empezado a ganar enteros, sobre todo en CDC. No es el desenlace que desee la formación de Artur Mas, y por esta razón se mantendrá a la espera de la decisión definitiva que el 2 de enero –el próximo sábado– adopte la dirección de la izquierda anticapitalista, pero empieza a cuajar entre sus miembros la idea de que la repetición de los comicios es cada vez más inevitable. A no ser que la situación en el seno de la CUP, completamente dividida sobre la investidura del líder de CDC como presidente de la Generalitat, dé un giro radical en estos cinco días.
Además de la perplejidad, el pesimismo, de hecho, comenzó a apoderarse de las filas de CDC a lo largo de la jornada del domingo, convencidas de que la proyección de las votaciones que se iban sucediendo en la asamblea de Sabadell llevaba inexorablemente a una muy ajustada victoria del no. Es por ello que el empate final concede algunas opciones para que la CUP acabe aceptando el pacto con Junts pel Sí , según fuentes de la dirección del partido, que muestran, de todos modos, más bien pocas esperanzas al respecto y reconocen que el avance electoral cobra fuerza. Este no es, no obstante, el discurso oficial ni de la formación de Artur Mas ni de la coalición entre CDC y ERC, que apuestan por agotar todas las posibilidades de acuerdo con el objetivo de que quede claro que si finalmente no es factible será porque la baraja la rompe la izquierda anticapitalista.
El estado de la cuestión lo analizaron ayer por separado las cúpulas de CDC y ERC y conjuntamente la de Junts pel Sí, en cuyo nombre Raül Romeva precisó que la coalición no hará más ofertas a la CUP, a pesar de la petición expresa realizada en este sentido por Anna Gabriel el domingo, y que mantiene inalterable su posición, incluida la de la candidatura de Artur Mas a la presidencia de la Generalitat, en espera de la decisión definitiva del sábado. “Nuestra propuesta sigue siendo válida y no ha sido rechazada, sino que ha habido un empate y, por tanto, esperaremos respetuosamente a que desempaten, porque no nos toca a nosotros hacerlo”, subrayó. Y esta es la posición que Junts pel Sí trasladó a la CUP en un breve encuentro que ambos grupos mantuvieron en el Parlament y en el que la organización de la izquierda anticapitalista informó a su vez del resultado de la asamblea de Sabadell.
En espera de acontecimientos, sea como sea, la prudencia se impone dentro de la coalición de CDC y ERC en lo que resta de semana hasta el 2 de enero. Aun así, el debate interno en el partido de Artur Mas empieza a aflorar y un dirigente como Carles Campuzano, número dos de la candidatura de Democràcia i Llibertat al Congreso, reclamó a través de Twitter buscar “otra mayoría o elecciones para gobernar” después de tildar de “ridículo” el desenlace de la asamblea de la CUP. Una opinión que no gustó a la dirección y que su cabeza de lista, Francesc Homs, encuadró en el ámbito estrictamente personal y aprovechó para puntualizar que “no le preocupa especialmente” la imagen que pueda estar dando CDC ante los “vaivenes” de la izquierda anticapitalista.
Y el propio presidente de la Generalitat también hizo referencia a la situación, ni que fuera indirectamente, en un intento de transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía. “Puede haber gente naturalmente agobiada por todo lo que pasa, incluso preocupada, inquieta y decepcionada por las incertidumbres” que afectan a Catalunya, pero “el país está haciendo las cosas que tiene que hacer y el Govern no se despreocupa del día a día, el país funciona, el Govern funciona y las administraciones funcionan”, enfatizó.
La CUP prepara la cita del día 2
El secretariado nacional de la CUP se reunió ayer para empezar a preparar el encuentro del día 2 de enero en el que el consejo político y el grupo de acción parlamentaria decidirán definitivamente sobre la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat después del empate de la asamblea del domingo en Sabadell. La idea es definir exactamente qué se votará y cómo en la trascendental sesión, que falta también por decidir dónde se lleva a cabo. Antes del sábado, en cualquier caso, las distintas asambleas territoriales de la formación de la izquierda anticapitalista se habrán reunido para trasladar las instrucciones sobre la votación a los respectivos representantes en el consejo político, que podría ver ampliada su composición más allá de la sesentena de representantes que lo integra y de los diez diputados que forman el grupo de acción parlamentaria.
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